Me sobrecoge Hopper. Debo reconocer que hace unos años no me hubiera impactado tanto pero ahora me siento arrastrada hacía el interior de su obra, identificada con el recogimiento de sus chicas, con el aislamiento de sus casas, con la frialdad de sus aguas, con la aspereza de sus puentes, con la soledad de sus surtidores de gasolina.
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From Williamsburg. 1928 |
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Nighthawks. 1942 |
Pero hay otro Hopper que no huele a desarraigo, a éxodo, a tristeza, a soledad. Es el Hopper de los alegres carteles publicitarios. De personajes que se divierten jugando al golf, que se bañan alegres en una playa de cristalinas aguas, que esquían en una maravillosa estación invernal, que brindan en una elegante cena de nochevieja.
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Portadas. 1925 |
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Portadas. 1925 |
Y no puedo dejar de pensar que quizá esa chica que pasea alegre en su descapotable sea la misma que ahora está sentada en una fría cama frente a su ventana. No puedo dejar de pensar que el señor que baila despreocupado en el jardín de un hotel de lujo es el que, años después, atiende la gasolinera de una carretera secundaria.
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Gas. 1940 |
Si, Hopper me sobrecoge mucho en estos momentos pero, cuando me doy media vuelta y dejo la exposición a mis espaldas, no puedo dejar de imaginar la vida de la chica del apartamento... La muchacha cierra los ojos lentamente y aspira el olor del amanecer. El ruido del motor de un coche que arranca rompe el encantador silencio. Se levanta de la cama, se alisa el camisón y se dirige hacia la ventana. Estira sus brazos y su columna como si fuera una gata. Se incorpora y sonríe al nuevo día que comienza. Sus paseos por Cannes son un recuerdo lejano pero ahora hay que disfrutar el presente. Lo mejor está por llegar…
Hopper
Museo Thyssen - Bornemisza
Hasta el 16 de septiembre
Gracias, simplemente.
ResponderEliminarMe ha encantado tu forma de describir la pintura de este pintor, casi desconocido para mi. Me han entrado unas ganas tremendas de visitar la exposición y poder sentir, si no todas, parte de las sensaciones que has plasmado.